El día amaneció con mucha lluvia y pese a que la sensación era de que nos iba a acompañar todo el tiempo al final nos respetó más o menos. Tan sólo hizo acto de presencia en algunos tramos, aunque con fuerza sobre todo al final, en las duras cuestas del Rodical, donde también se notó mucho frío. Este día sólo un servidor, Michi, acudió representando al Galga.
Me encontré bien de salida y con ganas, y eso unido a las buenas sensaciones en las piernas y al terreno favorable hicieron que cogiera un buen ritmo que me llevó a pasar el km 21 en 1:32:30 (tiempo rápido para mí hasta para una media maratón). De ahí bien hasta el km 24 y en ese momento entramos en el “infierno”, el Rodical. Una subida bestial, sin descanso ni tregua, que me pasó dura factura y donde en los últimos 4 km tuve que caminar y trotar pensando tan sólo en llegar cuanto antes y en que se acabara la agonía. Al final acabé en 2:30:16, tiempo con el que me quedo más que satisfecho. Entrando en el puesto 60 de 116 valientes que terminaron la carrera.
La organización de la carrera de “chapó” una vez más. Bolsa del corredor generosa, trato inmejorable de todo el personal, gente encantadora, los avituallamientos perfectos, generosidad en los regalos a los vencedores en cada categoría. Y por si todo eso fuera poco, al llegar a meta un taxi nos llevaba al polideportivo para que nos ducháramos y posteriormente nos devolvía a la meta. Y todo ello pagando “0” euros de inscripción. La carrera es dura, muy dura, pero por todo lo dicho anteriormente lo menos que podemos hacer es volver a estar ahí al año siguiente.
Hoy también conocí a algunos miembros del Grasias, a Esquius, Arenesco y Monchu. Desde aquí les mando un saludo, a ellos y a todo el Grasias.
Y nada más, agradecer a mi gente que estuvo allí apoyándome (que dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro y yo tengo varios de esos…) y mandar un saludo al resto de Galgas, algunos no pudieron acudir a última hora, pero mis “logros” son suyos también.
¡¡Nos vemos en la próxima!!
Michi
Subiendo y sufriendo las duras rampas del Rodical, con un compañero de fatigas que hizo más llevadera la ascensión.
Disfrutando del "vermú" na más acabar. En honor a Toño y Juanchi, "vermuteros" por excelencia del Galga¡¡¡ :)
