Este pasado sábado debía tener lugar esta prueba, y
decimos que “debía”, porque lo que tuvo lugar más que una maratón fue un
despropósito monumental. Es una auténtica VERGÜENZA que pasen cosas así en una Maratón.
Nuestro galga Nacho sufrió en sus carnes la mala experiencia
de participar, esta es su crónica:
“Fui a Bilbao con la intención de mejorar mi marca (3:42)
y si podía, bajar hasta 3:35. ¡Pobre infeliz!
Creo que es la primera vez que digo esto de una carrera,
pero esta tengo muy claro que jamás, jamás, la volveré a correr. Una absoluta
vergüenza, un bochorno, un sinsentido. La “organización” corrió a cargo del
Club de Atletismo Bilborun de Bilbao, con la producción de Streetmarketing, tal
y como rezaba el reglamento de la prueba, por si a alguien le sirve para un futuro.
El maratón (640 inscritos) coincide con una media maratón
(más de 4000 inscritos) y con una carrera de 7k que apodan “pirata” (unos 1600
inscritos). Esta última se supone que saldría media hora más tarde que el
resto.
Hay mucha sensación de bochorno en Bilbao (27º a las 5 de
la tarde), con viento sur, pero confío en que la temperatura vaya bajando poco
a poco hasta las 9 que empieza la carrera.
Quedo con Marcos, Tiano y Mino de Correr Asturias para
tomar un café. Marcos, conocedor de la zona, nos explica los entresijos del
recorrido y ya nos advierte que los primeros 5/6 kilómetros son muy estrechos y
que no cabríamos por allí. Nos vamos hacia la zona de salida y meta, instalada
en el Guggenheim, charla, fotos, un poco de calentamiento, último “vaciado” y
nos vamos hacia la zona de salida que ya está masificada y en la que hay un
descontrol absoluto. Se supone que había cajones para hacer las salidas por
tiempo objetivo, pero creo que en el segundo y tercer cajón se mete todo el
mundo. Solo se debieron de librar los que se colocaron en cabeza del cajón 2.
Por otra parte la temperatura no baja, 26º
Se da la salida a nuestro grupo, mucha animación, fuegos
artificiales y reales, todo muy guapo. Durante el primer kilómetro hay un tapón
importante de gente y es imposible adelantar, pienso que no hay problema, que
el tiempo es recuperable, pero según vamos avanzando la cosa va a peor, la
calle se estrecha y tenemos que correr en 2-3 metros de ancho, con
bordillos, vallas, señales, alcantarillas, farolas, frenazos, empujones,
codazos, poquísima luz, … voy junto a Tiano y le digo que cuidado que esta
lleno de trampas y que lo que tenemos que hacer es sobrevivir a este maratón.
Pasan los kilómetros y voy perdiendo casi un minuto por cada uno de ellos. En
el 6 ó 6,5 parece que la carrera se abre un poco, el cabreo es importante
porque va a ser difícil recuperar 5/6 minutos, pero es un espejismo, al llegar
a la zona de Gran Vía nos encontramos con la cola de la carrera de 7k, con la
gente casi andando, zigzagueos, acelerones, parones, subidas por la acera para
intentar ganar algo de tiempo, imposible, en el 10/12 arrojo la toalla, es
imposible que pueda recuperar todo lo perdido y tendría que pegarme un palizón,
a riesgo de no acabar, para hacer 3:47 ó 3:50. No merece la pena.
Dieciséis semanas de entrenamiento que se van por el
desagüe, con un enfado monumental, empiezo a pensar en retirarme al acabar la
media, en pararme ya y correr el maratón de San Sebastián, pero no sabría como
estirar la forma 5 semanas más. Opto por seguir, nunca me he retirado en una
carrera y mientras pueda no lo haré, así que iré al ritmo que me dejen hasta la
media maratón y a partir de ahí relax y a trotar para acabar la prueba.
Aunque ya estaba prevenido, te llevas un flash tremendo
cuando los de la media giran hacia la meta y quedamos solo los del maratón. 100 metros por delante
llevo un corredor y 100
metros por detrás otro, nada más, sin publico,
oscuridad, silencio, muy duro sicológicamente. Ritmo de trote, parar a “regar”
la ría, parada en todos los avituallamientos a beber, comer y charlar/bromear
con los voluntarios (por cierto lo mejor y único bueno del maratón junto con el
público), caminar cuando me apetecía, … paso del crono total y absolutamente,
me da igual hacer 8 que 80, solo quiero acabar y olvidar esta carrera cuanto
antes.
Entro muy enfadado en meta en 4:21, casi 40 minutos más
que el año pasado en San Sebastián. ¡Que desastre!
Por más vueltas que le doy no encuentro explicación a la
que liaron en esta carrera. Solo la cabeza o cabezas de un demente, o de o un
local drogado, puede haber diseñado ese recorrido y la forma de hacer la
salida.
En fín, la tercera “pa la saca”, ahora descanso y luego a
disfrutar de la Behobia.
Eso si que es una carrera…
Salud@s a tod@s”
1 comentario:
Una auténtica vergüenza. Semanas de entrenamiento tirados a la basura por unos impresentables.
Mucho ánimo Nacho, y a por la cuarta.
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