Camacho, Michel, Jandro y Michi, los “Keniatas” del Galga en la línea de salida. Y acompañando y dando apoyo nos encontrábamos Sebi, Juanchi y yo (Toño).
Al llegar a Laviana la cosa se veía mal por la lluvia, pero era lo que había y nada se podía hacer. Los tres aguadores tomamos un café en la Pola y a esperar a los gladiadores.
En el km 10 aparecieron tres reactores africanos, después un increíble Dionisio, a la postre merecido campeón de Asturias, y algunos minutos después llegaban Camacho y Michel bromeando y sonriendo. La cosa pintaba bien. En ese momento nos tocaba arrancar con las bicis, allí venían Jandro y Michi y nos pusimos en marcha. Buen ritmo, 4:45 y buenas sensaciones… demasiado buenas.
Así llegamos a la media maratón, y en ese momento las excesivas ganas de quitar esa espina del abandono del año pasado hace que Michi abandone el grupo y tire hacia delante, con él se va Sebi en bici y en el km 24 se les une Juanchi a pie.
Yo quedo con Jandro, que iba más conservador, inteligente… una máquina de controlar las sensaciones. Iba paso a paso, sin nervios, disfrutando cada segundo, regulando la primera media y manteniendo la segunda.
Esta maratón tenía que tener su muro y lo tuvo. A la altura de Barredos sobre el km 28 giro a la derecha y comienza una ligera rampa que hundía la moral de los corredores. Un ir a no se donde para volver por nuestros pasos a salir de nuevo a Barredos. Llegaba el infierno, era la estocada para muchos. A partir de aquí tocaba sufrir.
Jandro tiraba poco a poco, manteniendo el ritmo, pasando corredores y sin dar muestras de abatimiento. En el otro lado, a la altura de Sotrondio, susto… Michi caminando… nos temíamos lo peor. A la altura de Blimea Jandro pasa a Michi que va muy tocado. A partir de aquí hay que acompañar al que va más justo, así que nos quedamos Juanchi y yo con Michi y Sebi tira con Jandro. Los metros parecían kilómetros y las fuerzas estaban ya muy mermadas, en esos momentos sólo queda ya la mente, el cuerpo está casi muerto pero tu cabeza te dice que hay que acabar y así uno tira casi por fuerza de voluntad hasta la ansiada meta.
Esa fuerza de voluntad hizo que Michi consiguiera por fin entrar en meta con un tiempo de 3:36:31. La agonía por fin terminó.
Unos minutos antes entró Jandro, parando el crono en 3:29:01, después de hacer una carrera muy inteligente, sabiendo controlar siempre el ritmo y no teniendo que parar en ningún momento.
Allí nos esperaban los pesos pesados del equipo, Camacho y Michel, que ya hacía un buen rato que habían acabado. Hicieron una carrera expectacular, sus tiempos lo dicen todo. Camacho acabó en 2:54:29 y Michel en 2:55:39. La Maratón ya no tiene secretos para ellos, saben controlarla de principio a fin.
Bienvenidos al club de los maratonianos chicos, una gran felicitación a Michi y Jandro por estrenarse en la distancia, y otra igual para Camacho y Michel, que no tienen fin en su progresión y en su manera de batir sus propios tiempos.
Para redondear el día, el Galga consiguió el tercer puesto en la clasificación por equipos, así como dos muy meritórios trofeos para Michel y Camacho por entrar entre los 25 primeros.
Todo esto se celebró posteriormente y muy bien en la “JuanchiHouse”, pero eso ya es otra historia….
Como siempre gracias a todos los que nos acompañan y animan. Familia, novias, amigos...
Gracias también a Rodrigo y Monchu por las fotos.
Y enhorabuena para todos los que participaron y consiguieron acabar la carrera.
Toño
