En esta edición el gran protagonista fue el tremendo calor, que en algunos momentos llegó a ser casi insoportable. Pese a las altas temperaturas la participación fue muy alta, como se merece esta fantástica carrera. Casi ochocientos valientes hicieron frente al calor infernal entre los que se encontraban dos galgas, Joaquín y Michi.
Las pretensiones de ambos no iban más allá de disfrutar de la tarde, la belleza del recorrido y la buena compañía, pero se acabó sufriendo más de lo esperado por las condiciones climatológicas.
Ya de salida apretaba el calor, y con el paso de los km la sensación de agobio iba en aumento. Los abandonos se sucedían casi desde los primeros km y más que una carrera parecía un “sálvese quien pueda” cada uno al ritmo que buenamente podía. Casi se agradecía el tramo llegando a la Santina por las sombras que daban los árboles, pese a la dureza de la subida. Y a la vuelta nuevamente el calor aplanando. Que bien vinieron las duchas provisionales que había en el camino y que mal por el contrario la falta de agua en los avituallamientos, culpa sobre todo nuestra, de los propios corredores, que la acabamos a la ida, bebiendo donde no debíamos. Y que buena gente los que nos ayudaron dándonos agua y ánimos a pie de carretera saliendo de sus casas, mil gracias a todos.
Al final acabó la agonía al cruzar la línea de meta. Michi lo hizo con un tiempo de 1:48:08 entrando en el puesto 347 y Joaquín en 1:54:49 en el puesto 452 de un total de 682 corredores que terminaron.
Un saludo para todos.
Galgalugones
Acercándonos a la salida momentos antes de la salida en compañía de un buen amigo. Ignorantes del calvario que nos esperaba...
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