MEDIA MARATÓN DEL SELLA 08-05-2011

Por resumir en una frase las sensaciones de la carrera diría que no me apetecía correr, sin más. Llegué algo mareado del viaje en coche, igual por la comida pero sobre todo por el calor. Estuvo muy bien el pre-carrera con muchos amigos, eso me prestó mucho, pero pese a que no calenté casi nada sudaba igualmente. El bochorno era insoportable y empezaba a recordarme el sofocante día de la media de Covadonga de hace dos años. Me planté en la salida y empecé a preguntarme que hacía ahí porque seguía sin ganas y agobiado por el calor. Me habían acompañado mis padres a la carrera que me dejaron en Arriondas y aprovecharon para dar un paseo por Ribadesella, si llegan a estar en Arriondas en ese momento no salgo casi seguro. Por fin salimos y los 3 primeros km me siento fatal, la boca seca, sensación de calor sofocante, las piernas no van. Veo que voy en un grupo pequeño con dos amigos del foro: Manuel y Charlie, vamos charlando un poco y no sé que sensación daría yo pero iba muerto. Poco después comienza a nublarse y empiezo a encontrarme un poco mejor, aun así voy con una sed tremenda y contando beber en el km 5, pero llegados ahí no hay agua y empiezo a agobiarme un poco. Finalmente aparece en el 7 creo recordar. Sigo sin ir cómodo pero por lo menos al bajar el calor me siento algo mejor. Le pregunto a Charlie por su mejor tiempo y al decirme que es 1:35 me fuerzo un poco a poner ritmo constante buscando esa marca y lo utilizo como motivación para tirar para adelante. Así van pasando los km mientras el cielo empieza a cubrirse con nubes muy negras hasta que rompe a llover con fuerza y nos cae un buen chaparrón encima. Vuelven las sensaciones de “que hago yo aquí”, me vuelvo a sentir sin ganas y encima empapao. La lluvia no dura más de un km pero es muy intensa, una vez que se va aparece el viento, que como no, siempre nos daba de cara, y había momentos que era insoportable y casi costaba avanzar. De nuevo vuelven los pensamientos de parar y pasar de todo, no me estaba prestando nada correr, estaba empapado, sentía casi frío (después de todo el calor del principio), las piernas no iban, la cabeza tampoco… pero parar allí era absurdo, no había donde guardarse y tampoco quería dejar a Charlie colgao, así que a tirar p’lante. Seguimos tirando y llegando al km 18 le digo a Charlie que si va bien y le quedan fuerzas es el momento de cambiar y darlo todo. Me hace caso y cambia. A partir de ahí mantengo ritmo controlándole más o menos a distancia por si flaquea para alcanzarle y echarle un cable, pero al verle fuerte en el último km me dejo llevar. Finalmente entro en meta con 1:35:38 en el puesto 59 de 129 atletas.

Enhorabuena para mis compañeros de carrera, Charlie por mejorar su mejor tiempo y Manuel que subió al cajón en su categoría. Dos grandes atletas y mejores personas.

La organización de 10. Ponen muchas ganas y mucho cariño y se merecen que año tras año estemos ahí. Incluso este año que coincidía una semana después de la media de Gijón había que hacer el esfuerzo por no fallarles. Y ahí estuvimos.

Y un abrazo fuerte para todos.

La foto de la entrada en meta es por cortesía de un gran amigo, Miguel. Que aparte de fotos, nos dio ánimos toda la carrera.

Michi