8 a.m., un frío que pelaba y allí los tres galgas, Camacho, Juanchi y yo (Toño), rodeados de Copete, Juan Fuego, Quintana, etc… Como siempre casi no estiramos y apenas calentamos, ya lo haríamos en carrera, había tiempo, mucho tiempo.
Dos voladores y salida. La gente salió rapidísimo, nosotros en vagón de cola, a lo nuestro, con paciencia. Al poco Camacho no deja, tenía un ritmo cómodo para él pero demasiado rápido para Juanchi y para mí.
Atravesamos la Cruz de Priena, Camacho por delante y nosotros dos adelantando poco a poco corredores. Comíamos cada hora, si fallábamos que no fuera por falta de energía. Así hasta que empezamos a ver los lagos. Ahí los animadores fueron fundamentales. Su apoyo comenzó con la madre y amigos de Juanchi, después mi familia (padres, tíos y María) y también Sonia, la mujer de Camacho. Al final del lago Enol estaban Paula, Casaprima, Sebi, María y Melina. Muchas gracias a todos.
Coronamos la Porra de Enol Juanchi y yo juntos, en el puesto 80 y 81, Camacho seguía por delante. A partir de ahí bajada hasta Covadonga. Juanchi con contracturas decidió dosificar mientras yo continuaba al mismo ritmo.
Pasamos la media Maratón en 3 horas…. y llegó Covadonga. Aquí era donde “se cocían las fabas” y así fue. La dureza empezó a hacer mella en los corredores. En el km 30 encontré a Camacho, iba ya más justo. Tiramos juntos hasta los últimos desniveles hasta que él tuvo que bajar ritmo para regular.
Al final tras una larga bajada llegó por fin la ansiada meta. Para ser novatos en este tipo de Maratones, éxito absoluto para todos.
Los puestos finales fueron:
Toño en el 44 con un tiempo de 5:32:08
Camacho en el 54 con 5:43:01
y Juanchi en el 74 con 6:11:21 de un total de 117 valientes que consiguieron acabarla.
Reseñar también la gran labor de la organización.
Las fotos han sido recogidas del álbum de Severino las 2 primeras y la última es de cosecha propia.
Un saludo
Toño
