miércoles, 3 de diciembre de 2008

XXXI MARATÓN SAN SEBASTIÁN 30-11-08

Este pasado domingo tuvo lugar la trigésimo primera edición del Maratón de San Sebastián y como viene siendo habitual desde que se creó el Galgalugones allí estuvimos algunos “galgas”. Los maratonianos esta vez fuimos Camacho, Ivan y yo (Michi).
Según se acercaba el día de la prueba las previsiones metereológicas no hacían presagiar nada bueno, y desde luego no se equivocaron.
Domingo, 8:15 de la mañana: Ivan pasa a buscarme en coche por el hotel donde me hospedo. El primer comentario al vernos es el frío tan grande que hace, debe haber unos 3 ó 4 grados, no es que sea mucho pero para ponerse de corto y tirante intimida. Salimos rumbo a Anoeta y tras aparcar a varias manzanas del estadio, salimos para allá trotando ya vestidos con la ropa de carrera. Hace un frío que pela.
8:35.- Nos encontramos con Camacho en la puerta 6 de Anoeta. Hay mucha gente, un ambiente tremendo. Sigue haciendo frío y también se nota aire pero por suerte no llueve. Empiezan a verse rostros conocidos, gente del cdllanera con Celso a la cabeza, compañeros del foro de correrasturias... Tras los saludos de rigor y algunas fotos nos ponemos a calentar un poco para entrar en calor y tratar de controlar los nervios. Algunos minutos después, al acercarse la hora nos movemos hacia la salida, Camacho nos deja y se va hacia adelante, cerca de la liebre de las 3 horas, Ivan y yo nos quedamos atrás, quizás demasiado. El ambiente es impresionante, más de 3000 personas y mucha gente animando en las calles para ser tan temprano.
9:00.- Se da el pistoletazo de salida y empieza la aventura. Tardamos casi 2 minutos en poder empezar a correr y pasar por la salida, es imposible por la cantidad de gente que hay. No nos preocupa demasiado, hay tiempo. Los primeros km vamos tranquilos, controlando las sensaciones, Ivan ya de salida no va bien, tiene las piernas muy cargadas y no se siente cómodo. Yo me siento bien pero sé que en cualquier momento voy a tener problemas, el día anterior me había sentado mal la comida y había pasado la tarde vomitando sin poder cenar, y temía que me pasara factura. Hasta el km 10 más o menos vamos siempre pasando gente hasta que por fin encontramos un grupo donde nos vemos cómodos. Sin embargo, apenas un par de km después Ivan pierde contacto y se queda atrás, sigue sin encontrarse bien y no puede seguir ese ritmo. Yo decido aguantar el ritmo. Ajeno a todo esto y muy por delante de nosotros Camacho rueda los primeros km como un reloj, a esas alturas ya ha cogido ritmo tras entrar en calor y desprenderse del chubasquero con el que salió por el frío.
Pasan los km, hace mucho frío y en las largas rectas el aire molesta pero sigue sin llover. Paso por el km 20, todavía voy bien, sigo metido en el grupo. Busco atrás a veces con la mirada a Ivan pero no le veo. Tomo mi primera ampolla de glucosa y comienzan los problemas, no me sienta bien y me dan ganas de vomitar. Un par de km después empiezo a sentirme débil, las piernas no van. Poco a poco voy perdiendo contacto con el grupo y empieza a pasarme gente. Se me viene el mundo encima y empiezo a encontrarme muy mal, el ritmo es cada vez más lento, no voy y me duele todo, por si eso fuera poco empieza a aparecer la lluvia. Llego al 24 y pienso en abandonar pero en ese momento me alcanza Ivan y empieza a darme ánimos para seguir. El también tiene muchos problemas musculares pero no está dispuesto a tirar la toalla. Le acompaño 4 ó 5 km pero el ritmo cada vez es más bajo y tengo que parar varias veces, me duele todo y estoy muy cansado. Veo que es una locura seguir, quedan más de 15 km y estoy sin fuerzas y sin moral. Le digo a Ivan que no me espere, que tire que yo necesito coger aire y caminar un poco. Tengo que insistir bastante porque no quiere dejarme, pero acabo por convencerle y tira para adelante.
Mientras, Camacho continúa haciendo una carrera excepcional. Va como un reloj marcando los km siempre al mismo ritmo. Mientras a nosotros dos los km se nos hacen eternos él los devora.
Para mi los km pasan muy lentamente, me olvido del reloj (quería hacer 3:30) y pienso en llegar sin más. Ya no quiero abandonar. Me mentalizo en correr 5 minutos y caminar 2, el ritmo es muy lento y cada km tarda un mundo en pasar. En cada avituallamiento me paro y bebo vasos enteros de Acuarios. Ya no me importa que me sigan pasando corredores. Lo malo de caminar tanto es que el frío se cala hasta los huesos.
Casi en esos momentos, Camacho entra por fin en Anoeta, sólo le quedan 3 cuartos de vuelta al estadio y ve que va a conseguir bajar su marca. Un último esfuerzo dándolo todo y consigue el objetivo. Era muy complicado mejorar su marca pero lo había conseguido, nada menos que 2:53:48, un tiempo al alcance de muy pocos.
Por detrás, Ivan tiene cada vez más problemas, con el paso de los km los problemas musculares en las piernas van aumentando y el frío y el agua le hacen mucho daño. Anoeta parece que no va a aparecer nunca.
Mas atrás yo sigo con mi calvario hasta el km 38, ahí me uno a una corredora vasca que lleva un ritmo similar al mío, nos vamos animando y charlando un poco. Voy un poco más animado al ver que no queda mucho, pero aun así cuando llego al km 40 vuelvo a tener que parar porque ya no puedo más. Camino un poco y arranco otra vez. La gente es increíble como anima, están llenas las calles y no parar de gritar. Es emocionante.
Por fin, para Ivan la agonía está a punto de acabar al entrar en el estadio de Anoeta. El ritmo es muy lento, no hay fuerzas para más, pero todo el esfuerzo mereció la pena y tiene su premio consiguiendo acabar con un tiempo de 3:47:00.
Poco después es mi turno de acabar con el suplicio y entro en meta con un tiempo de 3:48:44.

Camacho estuvo sensacional, liderando el equipo y haciendo un crono impresionante. Va a ser difícil bajar esa marca en próximas maratones pero seguro que lo va a conseguir.
Ivan y yo no hicimos las marcas que esperábamos, pero conseguimos acabar pese a todo, no pudo con nosotros la Maratón. Tendremos nuestra revancha… :)

Gracias a nuestras parejas y amigos por estar ahí aguantando el frío, el agua y animándonos, mereceis un monumento. Gracias a Celso del Llanera, por las fotos y el apoyo.

Y enhorabuena a todos los que la acabasteis. “Una más pa la saca” que diría Toño, jajaja.

La organización impecable, y la gente animando siempre sin parar. La ciudad entera se vuelca con la carrera.

Pronto colgaremos alguna foto.

Un saludo para todos.

Michi